sábado, 17 de noviembre de 2012

Modelos educativos


En esta ocasión abordaremos el tema de los modelos educativos que son fruto de los paradigmas descritos anteriormente. Recogen principios y características de los mismos, lo que nos da la posibilidad de identificarlos con uno u otro paradigma.
Saber, saber hacer, saber ser y saber transferir. Los principios y elementos de cada modelo dan respuesta a alguno de estos saberes que iremos desglosando a lo largo del texto.

El modelo academicista apuesta por el saber, es decir, lo más importante es el contenido por lo que los objetivos se centran en el aprendizaje de los conocimientos que se transmiten. El alumno tiene que reproducir , como si de una grabadora se tratase, todos los conocimientos que el docente ha transmitido en sus clases magistrales. Se tiende así a la uniformización dando lugar a grupos homogéneos donde todos  tienen que reproducir por igual un mismo contenido.
Las clases magistrales , donde la interacción con los alumnos brillan por su ausencia, dan forma a la metodología de dicho modelo.  Se da una comunicación pobre, unidireccional, en la que el docente asume todo el papel en el proceso de E-A dejando notar que él es el que posee el conocimiento. Puede ayudarse de recursos tecnológicos para reforzar los contenidos.
En este punto me gustaría aportar un breve video donde desde una perspectiva simpática podemos ver reflejado este modelo, propio de las escuelas tradicionales. 



Para la evaluación esperará recibir lo que da, ni más ni menos. El alumno no tiene que preocuparse por comprender lo que estudia, más bien tiene que trabajar con su memoria para conseguir aprobar el examen y tener la errónea sensación de que ha aprendido.  Nunca olvidaré , permitidme la ironía, el maravilloso examen de historia para pasar la selectividad. Me sentía como una impresora que reproducía textualmente palabras y palabras sin sentido. Cuando terminé tenía la sensación de haber escupido todo un tema , que probablemente terminaría quemándolo.  Que nadie me pidiera dos días más tarde explicarle las cortes de Cádiz porque no sería capaz de poner tres frases en pie. A día de hoy me pregunto ¿Ha sido el sistema, he sido yo o la metodología no fue la adecuada? Probablemente todo influya. Evidentemente, yo no estaba motivada pero si mi profesor de historia, además de sabio, hubiera sido un poquito más original, los resultados podrían ser distintos. ¿ Quién niega que un tema de historia no se pueda explicar a través de un cómic o una interpretación teatral por parte de los alumnos?
Sin embargo , hay que ser realista. En definitiva, al final de la puerta nos espera un examen de selectividad cuyo objetivo no es más que reproducir contenidos sin entrar a valorar si se ha dado o no un aprendizaje real.
Al tratarse de un modelo que tiende a la objetividad,  se busca la homogeneización del grupo.El academicismo sienta su base en el contenido y en el docente.
En clases prácticas vimos un fragmento de la película “El amor tiene dos caras”, donde un catedrático está dando una clase magistral de matemáticas. Todo en orden , mucho silencio y un único locutor: el docente. Sin embargo, podemos observar que solo él está disfrutando de la clase. Cuando existe una mínima oportunidad se produce una estampida de todos los alumnos. Se refleja aquí un modelo academicista que como todo, tiene sus ventajas y desventajas en función de la situación que se defina.
Somos humanos y no siempre nos levantamos con la misma disposición y las mismas ganas. Hay temas que son difíciles de plantear desde una perspectiva creativa y original y si a esto le sumamos que en definitiva se valorará el número de contenidos que el alumno tiene, más que su capacidad para transferirlos, habrá quienes apuesten firmemente por este modelo.

Saber hacer es una de las claves que definen el modelo conductista. Aquí los contenidos se traducen en conductas. De nuevo se tiende a la homogeneización de los grupos y aunque todos partan de un nivel distinto el objetivo final es que todos sepan hacer lo mismo.
La metodología se basa en reforzar y castigar para implantar las conductas que el modelo quiere que se adquieran. El recurso principal es el docente que actúa como modelo. Ya no se trata de reproducir un conocimiento si no una conducta, por lo que en  la evaluación se pedirá que todos sean capaces de realizar lo mismo y de la misma manera.
Podemos analizar este modelo desde perspectivas distintas. Por un lado aquellas  que llevan el conductismo hasta el extremo  y por otro lado, aquellas que actúan más dócilmente.
La agogé espartana fue uno de los rasgos más característicos de la sociedad lacedemonia.
Denominada por Plutarco como “escuela de obedencia” su objetivo era potenciar las cualidades físicas al máximo para formar soldados competentes y válidos. Al final tenían que poner en práctica todo lo aprendido luchando en la guerra, y si volvían a casa sanos y salvos la evaluación habría sido un éxito. El sistema de aprendizaje se basaba en castigos extremos. Tenían que separarse de sus madres desde muy pequeños y aprender a no sentir ni padecer. No importaba el dolor físico porque la satisfacción de luchar por el bien común reforzaba su conducta.
Solo aquellos capaces de adquirir estas conductas eran hombres válidos, el resto eran rechazados socialmente.
Se establece aquí un conductismo extremo en el que los niños tenían que adquirir a través de modelos , conductas cuyos refuerzos se centraban en la satisfacción de haber cumplido con el deber y el orgullo de su patria. En la película “ Trescientos” aparece como estimulo reforzador una madre que contempla como su hijo está aprendiendo a luchar. Por el contrario, los castigos son extremos, llegando incluso a morir por defender al pueblo. La metodología no son más que normas y principios que hay que cumplir para ser un buen espartano. Nunca se llega a valorar las características intrasubjetivas e intersubjetivas de los sujetos.

En este fragmento de la película “ Los chicos del Coro” podemos ver reflejado también el modelo conductista. La película cuenta la historia de Clément Mathieu, profesor de música en paro, que empieza a trabajar como vigilante en un internado de reeducación de menores. Entre los pilares base del orfanato está el de “acción-reacción” que definen claramente un modelo conductista. Según la filosofía del mismo, reeducar es eliminar conductas a base de castigos, por eso los encierran sin comida y asilados, les gritan y oprimen continuamente. Clément Mathieu , intenta luchar contra este sistema inhumano y abrir una puerta a la esperanza para estos niños que viven perdidos bajo la desolación. Utiliza la música para despertar esperanzas, sueños e ilusiones en los niños.



“Hitch” es una película que refleja paradojicamente, como un especialista en ligues enseña al pastoso Albert a conquistar a una mujer. Observamos que a través del aprendizaje por modelos Albert va adquiriendo todas aquellas conductas que su profesor le enseña. El intenta expresarse a su manera pero se le prohíbe hacerlo porque de ser así nunca conseguirá a la mujer de sus sueños. Tiene que reproducir a su modelo para conseguir el objetivo.
Mediante el análisis de estas 3 películas derivaremos opiniones acerca de este modelo.
El conductismo limita nuestro aprendizaje. Aprendemos aquello que el modelo quiere y como él quiere. No hay libertad de elección porque no interesa para conseguir los objetivos. Por otro lado , es importante tener en cuenta que si dejamos de reforzar una conducta se corre el riesgo de que se extinga. Entonces, ¿ De qué nos habrá servido?. La capacidad de transferir también está muy limitada ya que si la situación varía necesitaré de mi modelo para que me explique cómo salir de ella, por lo que nunca llegaremos a ser independientes y autogestionables.
Sin embargo, es un modelo que esta tan arraigado que muchas veces no somos capaces de darnos cuenta.  Un grito , una mirada buena o mala, se convierten en castigos y reforzadores de nuestro día a día.

Hablemos del humanismo. Este modelo educativo apuesta por el saber ser. Se establece una fuerte relación entre el docente y el dicente. El educador es un coordinador, guía y orientador del proceso de E-A  mientras que el educando es un elemento activo que irá construyendo su ser a partir de la interacción con los otros. Los objetivos se orientan a la adquisición de valores, hábitos, madurez, responsabilidades, en suma, al desarrollo integral de la personalidad.
En el siguiente documental , podemos ver reflejado este lazo de unión que se da entre el alumno y el docente. No solo se fomenta el aprendizaje , si no que es un modelo que nos enseña a vivir. Narra la historia de un grupo de primaria, donde los alumnos y el profesor tratan de aprender unos de los otros, expresan sus sentimientos, emociones, y desarrollan habilidades sociales como la empatía y la asertividad. En este pequeño fragmento observamos una forma muy peculiar de tratar la muerte desde la  empatía.



Me llama especialmente la atención el sentimiento de unión y grupo que tienen asumido todos los niños y niñas. El profesor ha trabajado duro a lo largo del curso para que los niños y niñas, además de aprender los contenidos, adquieran valores, responsabilidades que les ayuden a crecer como personas. En este otro fragmento, uno de los niños es castigado sin poder utilizar la barca que entre todos han construido con la ayuda del profesor. Son los propios alumnos y alumnas los que argumentan la situación e intentan resolverla.


Este modelo educativo me hace pensar que en muchas ocasiones nos olvidamos cual es nuestra esencia. Más allá de contenidos, de competencias y roles sociales, somos personas con sentimientos e inquietudes. La muerte, el amor , el conocernos a nosotros mismos y a los que nos rodean también son contenidos que tienen que estar presente en el proceso de E-A y no por ello haremos personas más débiles, menos inteligentes o  con menos capacidades.

Para  la etapa de educación infantil , donde comienza a crecer el proceso de sociabilización y la personalidad se va formando, es bastante útil porque ayuda a sentar las bases para edades posteriores.

Sin embargo , pienso que es válido para cualquier edad; ancianos, adolescentes, adultos.. ya que el proceso de sociabilización muere con nosotros, es decir, estamos aprendiendo  continuamente valores, normas, conocimientos, habilidades necesarias para relacionarnos con el mundo.

 El club de los poetas muertos es una película que describe un modelo humanista dentro de una sociedad complicada donde romper las reglas conduce al castigo y al rechazo social.


El profesor Keating enseña que la poesía no solo está en los libros. La poesía emana del ser humano y como tal tiene la capacidad para construirla y darle forma.  Es el alumno el que tiene dejar salir la poesía que lleva dentro , que le hace crecer como persona. Ellos son los que construyen el contenido con la orientación y guía del docente, pero su papel se mantiene activo en todo momento.

En relación a este modelo y su aplicación, desde mi punto de vista , su dificultad radica en el sistema. Se no exige contenido, conocimientos y se establece un tiempo delimitado para adquirirlos; El agobio y las prisas de un profesor de bachillerato se deja notar desde el primer día de clase, porque para  el mes de mayo se tienen que haber evaluado todos los temas, ¿ Y para lo demás? ¿ Cuando hay tiempo?. La realidad es que por esta razón puede que sean muchos los profesores que prefieran utilizar un modelo academicista donde sientan que han cumplido con el “deber”, aunque claro,  si hay motivación , estás enamorado de tu trabajo , disfrutas con lo que tus alumnos aprenden , eres creativo y tienes tiempo, cualquier reto es posible.


Pasemos al modelo cognitivista. Este modelo es la base del aprendizaje significativo  definido por el psicólogo cognitivo Ausubel, como aquel que permite relacionar los conocimientos adquiridos con los ya existentes.  El alumno tiene que ser el constructor de su propio conocimiento a través de las experiencias y estimulaciones que el docente le proporcione. Imaginemos a un albañil con su jefe de obra. El jefe se encarga de llevar los materiales, la mezcla, y los instrumentos para montar la casa pero el albañil partiendo de las experiencias propias es el que tiene que construirla. Hoy está construyendo una casa, pero mañana puede construir un puente y si se lo propone puede llegar a elevar toda una catedral. Para ello necesitará despertar continuamente su capacidad para transferir contenidos pues el aprendizaje significativo conduce al saber transferir.
En este modelo los grupos son homogéneos. Su nivel de desarrollo tiene que ser el mismo para construir unos esquemas cognitivos similares. Es importante que el educador conozca  cuales son los mapas conceptuales del grupo para saber cómo estimularlo y que experiencias ha de proporcionarles. Los objetivos se centran en desarrollar  procesos mentales para que ser capaz de resolver cualquier problema en situaciones distintas.
Este modelo recurre  al ensayo-error mediante el cual se deja que el alumno se equivoque y aprenda. Podemos ver un ejemplo de aprendizaje significativo y modelo cognitivista en el siguiente vídeo:



 Por último vamos a tratar el modelo sociocrítico. Este modelo se centra en analizar las demandas y necesidades de la sociedad a la que la educación tiene que dar respuesta.
Su objetivo se centra en fomentar la crítica, la reflexión y aprender a pensar por uno mismo. Se busca la transformación social, donde el docente detecta las necesidades y las transmite al grupo. Entre todos aportan y discuten posibles soluciones.
De nuevo en clases prácticas visualizamos este fragmento de la película “ La sonrisa de la Mona Lisa” donde podemos ver reflejado dicho modelo educativo.
La profesora explica que no todo está en un libro e intenta que su mente vaya más allá de los conocimientos, desarrollar la autocrítica como vehículo primordial en el aprendizaje.



Tal y como está la situación actual estaría bien aplicar este modelo. No me cabe la menor duda de que si algún alto cargo, más explicitamente, algún político oye hablar de una educación basada en un modelo sociocrítico , tiemble de miedo. Hoy día no interesa que la gente piense, no interesa la educación por ello se castiga el derecho. Quién piensa, conoce , y aprende a saber ser, tiene la capacidad de cambiar las cosas, y los cambios no les interesan.
Sin embargo , una de la limitaciones del modelo sociocritico es que entran en juego ideologías que influyen indirectamente en los sujetos, por lo que a pesar de que fomente el saber ser, es el docente quien decide qué se es. 
Por ello abogo por fomentar la autocrítica. Saber quién es uno mismo, porque se piensa una cosa y no lo otra y aprender a fundamentarlo para que “los altos cargos” aprendan a tenernos miedo.

Una vez descrito todo los modelos, al igual que ocurre con los paradigmas , dependerá del grupo , el contexto o la situación que se recree la adopción de uno u otro modelo. 
Me gustaría finalizar esta entrada haciendo referencia a una teoría recientemente nueva. Esta teoría es un modelo propuesto por Howard Gardner en la que defiende que la inteligencia no es vista como algo unitario si no que engloba mucho más. Nos habla de 8 tipo de inteligencias que encontramos definidas en este vídeo. Según esta teoría estas inteligencias pueden ser desarrolladas por cualquier persona en función de la estimulación que se reciba. Lo ideal sería desarrollarlas todas por igual y al mismo nivel para llegar a ser una persona completamente inteligente.


Para este modelo no es más inteligente aquel que sabe mucho de matemáticas o lengua. También lo es aquella persona que es capaz de expresar sus sentimientos y emociones asertivamente ( inteligencia interpersonal) o aquella que toca una sinfonía como si del mismísimo Beethoven se tratase (inteligencia musical)
Aludo a esta teoría porque considero que todos los modelos educativos deberían reflexionar acerca de que la brillantez académica no lo es todo. El aprendizaje va mucho más allá de la mera adquisición de contenidos o conductas. En el intervienen estos ocho tipos de inteligencias que son las que conforman al ser humano en su conjunto. Sería todo un reto para el sistema educativo actual darle valor a este modelo de enseñanza y aprendizaje.
Tal vez debamos preguntarnos: ¿Todos partimos de unas mismas capacidades o es una cuestión de estimulación? . Sea cual sea la opinión y el debate de cada uno , personalmente yo elegiría lo mejor de todos modelos educativos, de cada paradigma y en concreto de esta teoría de las inteligencias múltiples con el fin de mejorar nuestra enseñanza y aprendizaje.








miércoles, 14 de noviembre de 2012


Paradigmas educativos

A lo largo de la historia de la educación se han ido aportando diferentes perspectivas o modos de ver la realidad. Imaginemos que pasamos el día en una tienda  donde podemos pasar el día probándonos  gafas de diferentes colores. Cuando nos colocamos las gafas de color verde vemos las cosas de una manera distinta a si elegimos las gafas azules o rojas. Acerquemos esta metáfora a los diferentes paradigmas educativos en tanto que ,según el paradigma en el que nos encontremos, los distintos elementos del currículum (objetivos, contenidos, metodología, recursos, evaluación, docente, dicente, contexto) serán de una u otra forma.
En relación a la lectura “El análisis de los paradigmas consensuados”  se analizan dos grandes paradigmas, por un lado el paradigma cuantitativo, y por otro lado el paradigma cualitativo. Sin embargo, otros autores apuestan por un tercer paradigma que reúne características propias de los dos anteriores: El paradigma mixto.
El paradigma cuantitativo o positivista  también es conocido como  “Tecnológico” (Barton  House) “Empírico-Analítico” ( Popkewitz, Escudero) “Científico-Técnico” (Escudero).
Este paradigma nace a mediados del siglo XX. Hasta los años 80 ha ido creciendo poco a poco e integrado diferentes características que permiten definirlo. J.Arnal, D. del Ricón, y A.Latorre (1994) señalan algunas de ellas:
En primer lugar es un modelo propio de las ciencias naturales, ya que todo está muy vinculado a la estadística .Muchos de los investigadores educativos que optan por este paradigma mantienen que su principal función es la de generar teoría o explicación, por lo que podemos justificar la idea de que el conocimiento del docente, es decir el contenido que se transmite, es algo primordial en el mismo.
La objetividad tiene que estar presente en cualquier momento del proceso de E-A, desde la propia planificación hasta  la  misma evaluación.  No hay cabida para ir más allá si no que todo es objetivo y no se tienen en cuenta otras características del contexto. Por ello, los grupos propios de este modelo tienen que ser homogéneos sin entrar a valorar las facultades individuales y las necesidades de cada miembro.
En la etapa de educación infantil, este paradigma no sería válido ya que a esas edades, los niños tienen un ritmo de desarrollo muy variable. Su sistema de maduración es diferente en cada uno de ellos por lo que homogeneizar al grupo es casi imposible. Así encontramos  niños y niñas con 10 meses que ya están comenzando a andar o niños y niñas con 14 meses que aún gatean. Igual pasa con el lenguaje , con su desarrollo cognitivo o afectivo.
En cambio para otras etapas educativas ,como por ejemplo, secundaria el paradigma cuantitativo podría ser efectivo según que contexto y en función de como el docente defina los elementos del currículum.
Otra característica del paradigma positivista y en relación con la objetividad es que el proceso de E-A acontece exclusivamente en el aula. Al no tener en cuenta la individualidad de los sujetos lo que importa es que el alumno sea alumno en clase, que aprenda los contenidos y los aplique dentro del contexto aula.  El contexto externo es algo aislado del proceso de E-A.
Además todo esto debe hacerse mediante un orden y disciplina establecido. El orden tiene que estar presente en todo. Por lo que  los diferentes elementos del currículum tienen que estar sujetos al mismo. Para asegurar este orden estará permitido llevar a cabo cualquier tipo de reprimenda. ¿A cuántos de nosotros nos mandaron  copiar 100 veces “ En clase hay que estar en silencio”. El orden y la disciplina es lo que conduce a la idea de equilibrio. No interesa buscar el caos, no interesa abrir debates en las clases donde se pierde el norte de los contenidos que se están tratando porque de ser así el equilibrio se desvanece ya que los sujetos entran en contradicciones, elaboran razonamientos, generan opiniones y de esta forma el papel del docente pierde peso, algo muy incongruente con el equilibrio que defiende este paradigma.
Detrás de todo esto hay un interés socio-político claro, donde se pretende que los sujetos adquieran conocimientos, persigan un fin , se marquen unos objetivos, accedan a una universidad para conseguir posteriormente un puesto de trabajo donde pasemos a ser servidores del Estado. Desde mi punto de vista, no se pretende formar por el placer de aprender a aprender si no porque detrás de todo hay intereses económicos que prevalecen por encima del enriquecimiento personal que nos aporta el saber.
Entro en desacuerdo con el paradigma positivista en el sentido de que no se detiene a analizar el contexto, ya que para mí , en el proceso de E-A entran en juego  otros muchos factores ,interés , capacidad, motivación , emociones, que este modelo considera simple papel mojado.
Sin embargo , es la experiencia , el grupo con el que se trabaje, como planteemos los elementos del currículum, lo que determinará si este paradigma es adecuado para una u otra situación. Por ejemplo, si nos marcamos un objetivo que tenemos que evaluar en un periodo corto de tiempo, probablemente este paradigma sea más eficaz que si nos tuviésemos  que parar analizar todas las características que entran en juego en el proceso de E-A.
También creo que esta perspectiva da un gran peso al docente, por lo que en cierta manera, puedo apoyar esta postura. Es una figura clave dentro del proceso, no por ello siempre y en todo momento, y su presencia  se hace necesaria para transmitir conocimiento, guiar y apoyar. Gracias a la fuerza que el paradigma cuantitativo otorga a esta figura hoy día sigue estando presente.

En contra posición con el paradigma cuantitativo , surge el paradigma cualitativo o interpretativo  también denominado “ Comunicativo” ( Habernas) “ Fenomenológico” ( Gage, Escudero) “ Humanista” (Barton)
Como señala Boullosa Torrecilla (2000), esta perspectiva nace a principios de los años 60 pero es en los años 80 cuando alcanza su auge definitivo.
En esta perspectiva los conceptos clave incluyen “los de cultura, entendida como patrones de comportamiento y actitudes, conocimiento, valores, habilidades y creencias compartidas por los miembros de una sociedad, concibiéndose la escuela y el aula como sociedades” (N.L. Gage,1993). Es decir, el paradigma interpretativo podría entender que la educación es el instrumento de nuestra cultura  y forma parte del proceso de sociabilización de los sujetos . No se trata tanto de producir conocimiento como de conocer para poder cambiar el mundo, para transformar.
Apuesta por la subjetividad entrando así en confrontación con el paradigma positivista. Es importante tener en cuenta todos los aspectos que entran en juego en el proceso de E-A, conociéndolos, estudiándolos y dando respuestas a las necesidades individuales de los sujetos.  El contexto externo sí importa y tiene que ser igualmente medible, por lo que ya no importa solo el momento aula si no que hay que ir más allá.
Gracias a este razonamiento podría considerar  ineficaz, para este paradigma,  una evaluación centrada en un sistema de exámenes, donde al fin y al cabo se busca una homogeneización del grupo. Si como bien hemos fundamentado, en el proceso de E-A entran en juego diversas características que se influyen mutuamente,  a través de un examen solo podría medir contenidos  sin valorar el grado de interés, de motivación, prejuicios, sentimientos, egos, el día a día del sujeto. Todos nos hemos preparado exámenes de formas muy diferentes. Para esta ocasión me gustaría relataros mi historia: “El primer examen de lengua lo pude preparar rápido porque el tema me gustaba, lo entendía todo muy bien y sabía transferir los contenidos, pero con el segundo examen no ocurrió lo mismo. Por muchas horas que pasara delante del libro aquello me resultaba una guerra abierta conmigo misma. Avanzaba a paso de tortuga y temía no llegar a la meta. Pensé una y otra vez en quemar el libro. Todo un festín   podría estar celebrándose en los oídos de mi profesora. Llego el examen y me quede a décimas de lograr una meta que abandone a medio camino. Nadie se preocupo de analizar las causas. El problema era que para este examen no había estudiado lo suficiente. Pues bien, yo me pregunto ¿Sabe alguien  las horas que le dedique? ¿Acaso yo quise perder la motivación? ¿Alguien sabía que el día que la profesora explico el poema de Lorca tuve un conflicto con mi padre?”
Se defiende pues la heterogeneidad de los grupos.
El paradigma cualitativo aboga también por una adecuación metodológica, de manera que lo que se planifique se pueda modificar en función de las características de los grupos.
Tanto el docente como el dicente se influyen mutuamente. No puede concebirse el proceso de E-A si la interacción mutua de estos dos elementos del currículum, por lo que se da una comunicación bidireccional.
Al contrario que el paradigma tecnológico en el que reina el orden , aquí nos encontramos con un sistema más caótico donde no todo es blanco o negro si no que el gris está en medio.
Igual que hemos comentado en el paradigma cualitativo, todo dependerá de cómo se apliquen los diferentes elementos del currículum para apostar por uno u otra modelo según el día, el momento, el grupo y las necesidades tenderemos más a un modelo que a otro.
Para mí una de los problemas de este paradigma radica en su propia dificultad de aplicación y en el tiempo. Pasamos a manos de unos y otros profesores a lo largo de muchos años, no dudo que muchos de ellos se inquieten y curioseen nuestros yo personales pero cuando empiezan a conocernos se les acaba el tiempo. La realidad es que tienen que traducir a números sentimientos, motivaciones, intereses, participación. Necesitarían cursos y cursos para conocer cada día un poquito más de sus alumnos. Sería ideal que cada profesor tuviera un diario personal  de cada sujeto  donde relatase día a día que ve, que piensa, que le sucede, como se ha sentido en la clase de hoy o que hizo la tarde de ayer. Aquí la estadística tiene poco que decir así que se opta por medir los contenidos.

El tercer paradigma intenta conjugar las dos visiones anteriores. Se conoce como paradigma mixto o sociocrítico aunque otros autores también lo denominan “Político” (House) “Emancipatorio” ( Habermas, Mc Donald) “ Comprometido socialmente” (Lorenzo Delgado)
Su origen se remonta a la Alemania de después de la 2ª Guerra Mundial y se ha ido dando en numerosas vertientes, española (Gimeno, Pérez Gómez, Contreras) ,Estadounidense ( Apple, Giroux, Popkewitz) entre otras.
Este paradigma está orientando a la transformación social a través de la educación.
Trata lo objetivo pero también lo subjetivo ya que no hay verdades absolutas si no que los dos se tienen que conjugar a la vez para comprender el proceso de E-A. Sin embargo, critica los paradigma anteriores porque no ven más allá de sus visiones y no todo en educación es medible y objetivo ni tampoco todo está subordinado a la subjetividad.
Este modelo se preocupa por interrelacionar aquellos  conceptos que los dos paradigmas anteriores no integraron. Se trata de la escuela, familia, sociedad, y enseñanza  así como la política y la economía ya que influyen y condicionan los distintos elementos del currículum. Así por ejemplo, los objetivos que se planteen tiene que responder a las necesidades de la escuela , la familia la sociedad y también a lo que nuestro sistema político-económico nos exige.
El fin de este modelo es la transformación social para buscar una igualdad de oportunidades entre razas, clases y sexos.
Este paradigma está compuesto por un núcleo interpretativo limitado pero que no es idéntico al paradigma interpretativo ya que sus significados se orientan hacia la percepción ideológica y valorativa y por una expansión ideológica, valorativa. Estos dos componentes forman el contenido del paradigma.
El mismo S.de la Torre (1993) reconoce que este paradigma genera una teoría muy rica pero difícilmente desarrollable ya que el profesora no muestra interés o queda al margen de sus necesidades promover estos ideales.
Sería un buen paradigma si escuela-familia-política-economía-sociedad persiguieran unos mismos fines de manera que la política y los intereses económicos respondieran a lo que la sociedad necesita, a la igualdad que las escuelas reclaman, a las características familiares e individuales de cada sujeto.
Sin embargo, el ímpetu transformador, la motivación por cambiar el mundo y buscar una igualdad a través de la educación me parece un paso importante para formar gente crítica, culta y con ganas de aprender para dar y transformar.

Retomando un poco la metáfora del principio , después de haber probado gafas de distintos colores no sabríamos con cual quedarnos porque de cada una de ellas nos ha gustado algo. Igual ocurre con los paradigmas. No me quedaría con uno por que lo considere mejor que otro si no que elegiría el paradigma en función de la situación a la que me enfrente en el momento en el que se dé. Para que elegir solo uno cuando podemos  quedarnos con lo mejor de los 3.